Con la sombra de los chopos álamos y negrillos, permanece retador a través de los siglos el puente romano sobre el río Alberche, en las cercanías del pueblo abulense de Navalosa. Sus guardianes, las enormes piedras de granito que resisten las "caricias" de las aguas tranquilas del verano y los violentos choques de las furiosas en invierno, todas ellas a lo largo de las laderas y barrancos en estribaciones de la sierra de Gredos. Buen clima en un entorno, donde tan solo nuestros oídos captan el rumor de la chorrera y el silbar de los chopos hacia las alturas.

Pintura al oleo, con espátula, al aire libre y bajo los árboles del bonito pueblo de Biar. Una interpretación pictórica de la corteza del pino, que tenía delante y donde de vez en cuando,me llevaba un buen susto, porque debajo de esta corteza se asomaban con sumo cuidado diferentes insectos, a los que, como es lógico, con mis movimientos incordiaba bastante. Terminé mi pintura y ya en casa trasteando, archivos, dibujos y pinturas decidí de forma digital sacar a la luz de las pantallas aquellos seres vivos a los que tanto incordié. Este debía ser mi homenaje. Con diferentes programas, plasmé estos insectos disfrutando en su medio, que yo, de forma intrusa había prohibido. ¿Por qué a ellos no les ha de gustar estar en las pantallas?.

Tumbada en el césped, me visitó el primer sueño, filas de árboles moviéndose con el viento de las once de la mañana, primos, amigos y compañeros del cole jugando al corro dentro de los límites permitidos, agua, campo, cientos de flores y excursiones por sus valles, conejitos asustados cruzando caminos, pájaros alocados saltando de árbol en árbol y allá lejos la ciudad, sus humos, la velocidad de sus gentes y los espantosos ruidos que hasta en el maravilloso sueño me despertaron. Quiero dormir para seguir soñando.

Fuente en la plaza Mayor,detrás calle mayor, arco de Santa Barbara, con escalinata de piedra hacia una de las explanadas del castillo de "La Atalaya", cuya torre del homenaje es de forma cuadrada.

Es primavera y la luz ya potente ilumina todos los resquicios de este pequeño oasis en medio de la ciudad, que rodeado de edificios casi por completo, defiende su espacio, como si fuera el guardián de todos. Los sauces llorones dominan en altura y las alineadas moreras, con sus grandes y tupidas hojas,refrescan los días de mayo. al amanecer los trinos de los pájaros dan paso al griterío de niños y niñas que desde los colegios más cercanos se acercan para disfrutar de toboganes y columpios. Juegos imaginativos divierten a mayores, bancos relajantes para los que solo miran y a la entrada el circular estanque, con elevado surtidor, acompañado de chorros paralelos, que a modo de arpa caen sin parar. Al fondo el refrigerio, coqueta cafetería pastelería llena de mesitas, donde el descanso acompañado del cafetito y golosinas mezclan olores con las múltiples flores.

Nubes, solo nubes, poquita tierra,la suficiente para ilusionarnos, mirar hacía arriba y contemplar, soñar, pensar,pero sobre todo mirar, mirar..... Ahí están ellas, sueltas, a la vez unidas como montones de algodón a diferente altura y como merengues que bajan y suben en las manos y bocas de los golosones niños. A veces parece que nos llaman, entonces Teo y Julia corren para tocarlas en la linea del horizonte, pero ¡que rabia! exclaman: Abuelo,abuelo... ¡Cada vez están más lejos!

ARTEKARANA: II Encuentro de artistas en el Rabal : A celebrar en la sala de exposiciones de la Tercia, se inaugurará el día 30 de Julio terminando la misma el 14 de Agosto de 2011, participa...

El semáforo iba a cambiar, gentes de todas las edades esperando ante la fría mañana de noviembre, múltiples pensamientos: tareas, trabajos, obligaciones de colegios y recuerdos del día más próximo, también del mas lejano,sobre todo de aquel largo día en que sobre las doce de la mañana llegaron a la ciudad hace ya unos cuantos años, dejando atrás, tierras de rastrojos, campos helados y la luz tibia de veinte watios sobre las mesas renqueantes de cajones con hogazas. Ya pasaron treinta años y la ciudad espera, retadora, desafiante y llena de gente un día más, rutinas....

Imágenes del recuerdo,sitios lugares y costumbres,decisiones ,pensamientos y acciones, infancia y niños dando felicidad llenando minuto a minuto tiempos de vida, colores dispuestos allí donde estaban, caminos largos y difíciles, también fáciles.